La falsa sensación de seguridad del borrado convencional de archivos o discos:
Cuando enviamos los datos a la papelera o formateamos el disco duro, el borrado NO es definitivo, El espacio ocupado por estos archivos queda disponible para ser reutilizado por otros, lo cual hace que cualquier organización sea susceptible a filtraciones de información, sanciones por incumplimiento normativo y expone perjudicialmente la reputación de su compañía.